domingo, marzo 27, 2011

Un día cualquiera.

Ocurre en pocas ocasiones. Una mirada inocente. Una pregunta sencilla. La infancia.

- ¿ Eso para qué sirve?.
- Para escuchar el corazón.
- ¿ El corazón suena fuerte?.
- Suele sonar fuerte, ¿ lo has escuchado alguna vez?.
- No.
- ¿ Quieres escucharlo?.

Asiente con seguridad. Le coloco el estetoscopio en sus oídos y coloco la campana sobre el corazón de su padre. Uno de mis maestros decía que debíamos escuchar los sonidos del corazón pero no olvidar sus palabras, no olvidar sus quejas, sus anhelos y sus sueños por lo que a veces uno se entretiene de más escuchando más que el simple ritmo.

- Papá, suena ton-ton, ton-ton, ton-ton todo el rato.

El padre sonríe, yo sonrío y ese pequeño milagro que es la vida nos sorprende un poco en una tarde sombría. Y es el padre quien toma la palabra.

- ¿ Te gusta?.
- Sí, mola.
- ¿ Te gustaría ser médico?.
- No.
- ¿ Por qué?.
- Porque a los médicos les pueden matar, yo prefiero ser policía para que eso no me pase.

Su padre y yo le miramos mientras maldecimnos el mundo que algunos quieren crear. Y sé que debo decir algo. No se lo debo decir solo a él, me lo debo decir a mí, a mis compañeros de viaje, a todos los que sufren la violencia en cualquiera de sus formas.

- Es cierto que ocurren cosas que no deberían suceder pero recuerda que lo importante es hacer el bien. Seas policía, médico o lo que te guste ser. La medicina es maravillosa, ¿ te has fijado que el corazón no se cansa de latir a pesar de que pasen cosas malas?. Necesitamos sorprendernos de la vida y proteger la vida, protegerla desde todos los campos y por eso necesitamos tu ayuda.


Su padre asiente y los dos miramos con tristeza al portador de la realidad. Tiene razón aunque no lo digamos en voz alta, tiene la maldita razón.

sábado, marzo 05, 2011

Charol.

Esta ha sido una semana difícil** así que para contraatacar el mal, he salido de compras y me he comprado unos zapatos de charol. No son rojos porque sigo sin ser tan valiente. No quiero ser demasiado mayor para ser propietaria de unos y no quiero seguir envidiando a las ancianas que llevan zapatos de charol. Aunque tienen un destino claro, voy a dejarlos en la parte alta del armario para mirarlos con calma. Voy a recordar todo lo verdadero, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, todo lo digno de honor, todo lo digno de elogio...en eso voy a pensar.





**A todos los que os habéis preocupado por mi bienestar: Mil gracias!

martes, marzo 01, 2011

Imaginación.

- Lo siento -respondió la chica, y se echó a llorar de nuevo.
- No lo sientas. El hecho de que estés llorando es una demostración de que tienes imaginación.Si no tuvieras imaginación, no te sentirías tan mal. Ahora ve a casa y acuéstate, y mañana no te levantes.


John Berger.