sábado, diciembre 29, 2012

19.

- ¿ Y no está la doctora Sara?
- ¿ Perdón?
- Sí, nuestra doctora.
- Yo soy Sara, José.
- ¿ Es usted?
- Sí, soy yo.
- Ay pues yo pensaba que era más rubia.
- Bueno llevo el pelo recogido.
- Y también más alta.
- Pues de verdad que mido lo mismo hoy que ayer.
- Ah, pues no la conocía.
- No se preocupe, está bien.


_Ningún día es igual al anterior, no dejo de asombrarme.

jueves, diciembre 27, 2012

C

Hoy mis pacientes me han llamado:

Chata

Chiqui

Corazón

Prometo no haber comido una piruleta de corazón ni llevar trenzas para que me llamaran así. Mientras otras personas menos agradables decidían el futuro de mis pacientes jugando con otras palabras o simplemente jugando a apalabrados. Hoy es un día triste, no me compensa que mis pacientes me traten con cariño mientras los políticos ignoran la ciencia y el bienestar de las personas.

lunes, diciembre 24, 2012

Manos alzadas.

Camino por un paseo llamado Gracia, veo a un hombre con un perro y la mano alzada junto al paso de cebra. Un perro descansa a sus pies, le miro con curiosidad. No baja el brazo pero sigue quieto en la acera. Cruzo la mitad de la calle mientras veo un árbol de Navidad, devuelvo la mirada hacia el hombre quien sigue inmóvil con su brazo levantado junto al perro por lo que me devuelvo. Le pregunto si necesita algo, al ver sus ojos me doy cuenta que no ve. No ve al menos lo que yo veo, el hombre me dice  que necesita coger un taxi pero  ninguno para. Le pregunto si necesita ayuda, me devuelve la pregunta con asombro, ¿ me ayudaría?. No necesito estrellas de Navidad para saber que le ayudaré y en pocos segundos, el hombre y su perro están en un taxi camino de algún lugar.
Días más tarde, otra mujer levanta su brazo a pesar del bullicio, se pone de pie y empieza a hablar. Habla en el anfiteatro de nuestra casa de médicos. Mi padre vivió toda la vida en Alemania, trabajando como un burro y enviando las pesetas a mi casa para que pudieramos estudiar. Yo decidí estudiar medicina. Quería ayudar a los demás, cuidarles de la mejor manera. Mi padre se enfermó pero sé que entre todos los que estamos aquí, le cuidamos bien, murió orgulloso de mí, de todos por hacer que la sanidad sea lo que hoy es.Sé que luchar por los pacientes es nuestra labor, luchar por quienes no tienen voz y cuidarles como cuidamos a mi padre. Entonces, varios centenares de médicos se levantan y empiezan a aplaudir en un aplauso eterno.
Todo esto pasa esta Navidad, hay menos luces pero hay personas que me están recordando lo que significa la  Navidad. Un bebé en un pesebre, una historia de gracia donde los ciegos ven, donde las personas dejan su bienestar por defender el bien común,  donde algunos ángeles siguen cantando para otros y donde el Verbo se sigue haciendo carne.

domingo, diciembre 16, 2012

Marea blanca.

En los días de pancartas, de sábanas blancas en las ventanas, de coros improvisados y batas blancas, se cuelan preguntas que no llegan al presidente por mucho que en un lugar llamado La Paz se empeñen....

- ¿ Crees que va a servir para algo?
- ¿ Perdón?
- Sí, lo de la huelga, las firmas y todo ese rollo.
- ¿ Si van a ganar?
- ¿Ganar,? Ya le digo yo que no vamos a ganar nada. Estamos perdiendo mucho dinero además de lo que el Estado nos ha quitado ya.

El chaval me mira con cara de estupefacto y justo cuando logro su atención lo digo.

- Hacemos huelga por usted, por sus padres, por sus abuelos porque creemos que su salud no es un negocio del que unos pocos se lucran. No mentimos, la ciencia nos da la razón y un millón de ciudadanos también así que la cuestión no es ganar o no. La cuestión es mantener una sanidad universal y de calidad para cada ciudadano de este país, por eso luchamos y no vamos a dejar de hacerlo. No hay fisuras entre los médicos, todos estamos de acuerdo pero necesitamos su apoyo, usted elige a quien creer.

Entonces tartamudea mientras se sonroja.

- Yo firmo, yo firmo en contra, de verdad.


sábado, diciembre 15, 2012

La trampa.

Está solo, no sé cómo fue o por qué. No sé desde cuando pensó que no era bueno rodearse de personas a su alrededor pero ahora parece una caricatura de cualquier ser humano. Cuerpo sin alma, ojos sin vida. Y por unos momentos habla alto, decidí apartar a cualquier mujer de mi vida. Fue una decisión meditada. Así que desde entonces mi trato con las mujeres se reduce a relaciones fugaces previo pago. Y entonces me mira. No sé porqué me mira, no me genera simpatía. No sé quien es ese hombre ni quienes son los hombres como él. Ciudadanos que parecen respetables, que compran regalos en Navidad y que se apuntan a las cenas de empresa. No sé quienes son, no quiero saberlo. No quiero saber más, sé suficiente. Sé que usar a las mujeres siempre será una conducta despreciable, sé que debería resolver sus problemas sin contribuir a la trata de blancas, sé que escuchar sus palabras me pone entre las cuerdas porque puedo caer en la trampa. La trampa de juzgarle y no debo hacerlo, no debo hacerlo.

lunes, diciembre 10, 2012

El décimo.


Nunca entendí a las mujeres maltratadas que seguían viviendo con el villano bajo el mismo techo. Siempre me parecieron imbéciles. Es estúpido vivir con alguien al que no le importa retorcerte el cuello. Ahora lo veo desde el mismo lado y es distinto. Todo es distinto.

No es fácil levantarte por las mañanas sin saber si vas a comer, si te van a gritar, si tus hijos te verán llorar y pensando en que a lo mejor te vuelve a pegar. Sé que tengo que aguantar hasta encontrar trabajo pero hay días que no sé si lo lograré.

Compré un décimo de lotería. No sé por qué. Pienso que si me tocara, esto se acabaría. Si tuviera algo de dinero, me iría, cogería a los niños y me largaría. Cerraría la puerta y fin. Guardo el décimo entre las recetas de cocina y al mirarlo me digo que no tiene sentido, todo esto no tiene sentido.

domingo, diciembre 02, 2012

Ausente.

Ausente es una palabra extraña. Cuando uno está ausente significa que está presente en otro lugar. Ausente y presente, son las palabras que me han acompañado en los últimos meses. Palabras difíciles de conjugar con muchos cambios, algunos buenos y otros no. Recordando que lo importante es lo que hago cada día, levantarme, desayunar una mezcla de los cinco cereales distintos que tengo en la alacena, sentarme en una silla y estudiar. Estudiar lo que ya sé, estudiar lo que se me olvida y aprender algo nuevo. Rutina que formará mi carácter de algún modo que algún día veré. Comer haciendo compañía a mi hermano solo que en países diferentes y sin más coger el metro, echo un poco de menos el tren, el metro a veces no tiene sol aunque haya una línea amarilla.
Una vez hecho todo esto, empiezo a trabajar en el caos de un nuevo lugar y escucho cientos de historias que me dejan anonadada. Escuchar a un paciente pidiendo que me de prisa porque sino llegará tarde al culto, sacar pañuelos de papel porque no es agradable que tu marido te engañe, conocer a una valiente que con una sonrisa me dice ¿ y qué piensan que es esto? Pues más cáncer ya lo sé yo. Coger aire con fuerza al ver a un adolescente no creer que la vida puede ser tan maravillosa y ver a un hombre llorar porque su gato ha muerto de cáncer. Sí, esa es mi vida, la vida en la que estoy presente.
La vida en la que estoy ausente tiene libros, palabras, cuadros y recuerdos como cuando Joseph dijo que aprendería a nadar. Aún así la vida ausente me lleva a dar vueltas en la caja torácica de la casa Batlló, a descubrir esa otra ciudad que yace bajo el Tibidabo y a soñar con las estrellas de Adelaida.

miércoles, agosto 15, 2012

El maletín.

Solo fuí a comprar un maletín nuevo. Mi querido maletín regalado con mucho cariño terminó por fallecer ayer. Una apertura más de la costura pidiendo ya la jubilación forzosa. Eso significó entrar en unos grandes almacenes para buscar recambio. Buscar un maletín cómodo para meter todos mis trastos no es fácil, especialmente cuando uno ve la etiqueta del precio. Así que llevé a mi viejo maletín para ver si podía meter mis artilugios en el nuevo. Al encontrar uno razonablemente útil, le pedí al vendedor si podía probarlo.

Primer error.

Uno no puede sacar un esfingomanómetro y decir que es nadadora de natación sincronizada. Ay, casualidad, me olvidaba, soy médico. Perdón, médica. Lo que significa que aunque yo le trate de usted, a mí me van a tratar de tú hasta que me jubile. Así que aprovechando el vendedor me cuenta su historial médico que nunca quise saber. El hombre no se toma la pastilla de la tensión y es fumador. "Total, cuántas menos pastillas mejor".

Segundo error, seguirle la corriente.

Uhmm, pues es mejor tomarse las pastillas. Y aprovechando que el hombre tiene público empieza a despotricar del sistema sanitario. Algo no muy acertado para un vendedor. El problema de todo es que la gente abusa. Ahí empieza mi conversación mental, solo real en mi cabeza: Usted, también, si le da un ictus, si tiene un cáncer de pulmón,  los que pagaremos su hospitalización seremos todos los españoles porque no adopta estilos de vida saludable. El hombre continua viendo que no logra mucho feedback por mi parte y decide ir al meollo del asunto. Además los inmigrantes vienen aquí a usar la seguridad social gratis. Se traen a sus familiares a operar.

Tercer error, responderle en voz alta.

No hay ningún estudio que demuestre que los inmigrantes usan la sanidad más que los españoles. Lo que aportan a la Seguridad Social cubre con superhábit los gastos que generan. Que no, que no, que viene aquí todo hijo de vecino al médico, todo el día en el médico. Mire no tiene ninguna base científica para hacer ese comentario, hay múltiples estudios bien diseñados que contradicen su opinión por lo que por favor, no repita ese argumento. Yo total tengo un seguro privado en ****. No le explico quien es Barbara Starfield ni que es la prevención cuaternaria, tampoco le digo que la sanidad privada no ha demostrado ser más eficiente que la pública. A palabras necias, oídos sordos como dice el refrán.

Cuarto error, garrafal.

Comprarle el maletín a ese vendedor. No deberían bonificarle por mi compra. No debería llegar a sus objetivos con mi ayuda tras esa conversación. Muy mal, hoy, muy mal.



martes, julio 31, 2012

Día 1.

Primer día de vuelta tras unas fugaces vacaciones. 

- Doctora, no está nada morena. No le han cundido las vacaciones nada, ha vuelto como estaba.


Eso son palabras de ánimo y lo demás pamplinas. Me olvidé contestar que  había hecho espeleología por debajo de las nubes para que se quedara más tranquilo.

sábado, julio 07, 2012

Lo que yo quiero.

No quiero las luces. No quiero ser quien salva al paciente. No quiero darle la pastilla estrella a nadie. No quiero explicar que los señores con corbata toman decisiones sin evidencia científica que no aumentarán la esperanza de vida de mis pacientes durante más de 30 veces al día. No quiero prescribir fármacos que no suponen un avance terapéutico. No quiero ser ese tipo de médico, que lo sean otros. 

Quiero tener veinte minutos por paciente, quiero saber quienes son y no la ficha aséptica del ordenador,  quiero saber cómo se llama su esposa, sus hijos, sus nietos. Quiero conocer sus voces cuando me llaman por teléfono. Quiero saber qué guardan en la nevera. Quiero saber quien cocina y si lo hace con sal o sin ella. Quiero saber si usan mantequilla o aceite de oliva. Quiero saber si cocinan a la plancha o si beben leche desnatada. Quiero ver como pasean o no por el barrio. Quiero saber si su edificio tiene ascensor o si será secuestrado en su propia casa por carecer de dicho invento. Quiero saber si usan bastón o el bastón es su media naranja que va igual de perjudicado que usted. Quiero saber si saben escribir bien los números. Quiero saber si diferencian bien las pastillas que toman. Quiero saber si se van al pueblo o a la aldea y donde queda. Quiero saber qué hacen allí si van a la plaza o al bar. Si toman agua o vino con las comidas. Quiero saber qué enfermedades tuvieron sus padres. Quiero saber cómo es su salón. Quiero saber si tienen un lugar donde levantar las piernas en alto para evitar las úlceras varicosas en sus castigadas piernas. Quiero saber a quién llaman cuando se sienten tristes o solos. Quiero saber si oran, si tienen fe en el más allá o si la esperanza pasó ya de largo. Quiero saber si escuchan la radio o la tele o lo que se tercie para saber que no precisarán de un audífono. Quiero saber todo esto porque saberlo me permitiría dar consejos útiles para mejorar su estilo de vida. Quiero saberlo porque reduciría el consumo de medicamentos o lo que los señores de corbata llaman "gasto sanitario" pero sobre todo quiero saberlo porque soy su médico. Su médico de familia y su salud es lo más valioso que nunca tendré en mis manos.


jueves, junio 28, 2012

18.

- Estoy muy preocupada.
- ¿ Por qué?.
- Pues porque ahora vamos a tener que pagar las medicinas.
- Entiendo.
- Toda una vida cotizando, 40 años de trabajo para que nos lo quiten así de golpe.
- No es una decisión de los médicos, es una decisión política.
- Si ustedes no tienen la culpa pero esto es una vergüenza, ay si mi Manolo levantara la cabeza, no lo creería.
- Ya.
- ¿ Y cuánto voy a tener que pagar?.
- Espero un momentín que ahora se lo digo.
- A mí con esta pensión, no me llega y claro sin medicinas tampoco puedo estar....No me da, no me da....
- Pues, Josefa, no va a tener que pagar nada. Su aportación se queda como está.
- Ay, doctora, Ay, doctora, ¿ De verdad?.
- Sí, Josefa, lo pone el ordenador. No pagará nada.
- Ay, no sabe la alegría que me da. Me quita un peso enorme de encima que llevo una semana durmiendo mal por culpa de esto.
- Pues no tendrá que preocuparse, de verdad, tendrá las recetas como siempre sin tener que pagar.
- Le voy a dar dos besos, ay que maravilla.
- Josefa, yo no he hecho nada, lo dice el ordenador, solo le informo.
- Doctora, deje que le de dos besos, no sabe lo contenta que me voy al pueblo tras decirme esto.



_ Hoy me sentí como los Reyes Magos el día 5 de Enero y de paso me llevé dos besos de Josefa, solo que no sabía que llevaba toda mi vida viviendo en 5 de Enero hasta el próximo domingo.

miércoles, junio 27, 2012

6 minutos.


6 minutos es un proyecto colaborativo para promocionar la importancia de la Atención Primaria y la deshumanización  que el Sistema Nacional de Salud promueve al adjudicar 6 minutos por cada paciente. El documental será lanzado en el otoño pero mientras os dejo este excelente trailer, para al menos pensar. Si os parece interesante, difundirlo, por favor.

sábado, junio 23, 2012

17.

- Hoy ya no saben hacer otra cosa sin el ordenador.
- ¿ Usted cree?.
- Pues apuntan ahí todo. Casi miran más a la pantalla que a nosotros.

Silencio.

- Hombre, apuntar, apuntamos pero qué haríamos nosotros sin ustedes, sin los pacientes.

Se encoge de hombros y respira hondo.

- Pues no sé yo....
- Ustedes deben ser el centro pero no nos lo ponen fácil, el sistema sanitario cree que ustedes son un número, cinco minutos, una receta, un gasto y claro con ese enfoque es difícil ver algo más que el ordenador. 
- Ya pero nada cambia.
- Porque no queremos cambiarlo, porque es más cómodo quedarse en casa y quejarse que hacer algo.
- Es usted muy joven.
- Ya pero si ustedes pusieran quejas todos los días diciendo que su salud vale más de 5 minutos, ¿ qué pasaría?. Si los médicos  dejásemos de usar el ordenador hasta que la consejería nos librase de papeleos absurdos y programas informáticos recalcitrantes, ¿ qué pasaría?.
- Bueno doctora, que yo solo venía a por una receta.
- Pues se lleva una conversación gratis para que no digan que hay crisis.

domingo, junio 10, 2012

Rescate.

Era la primera vez que veía a esa mujer. Iba con los ojos bien pintados, ropa de colores y unas alpargatas color rojo. Rondaba ya los ochenta años y empezó a hablar con ese desparpajo que solo la edad puede dar.

- Vengo muy nerviosa, no se lo va a imaginar.
- ¿ Qué le ha sucedido?.
- Pues que se nos incendió el bloque. Resulta que la hija de los del cuarto puso unos huevos en la sarten y se olvidó de ellos.
- ¿ Y usted en que piso vive?.
- Yo vivo en el tercero pero la casa de ellos se incendió, los vecinos tuvieron que salir corriendo pero ya ve que yo no corro, con esta muleta a donde voy a ir. Yo estaba en la habitación y por eso tardé más en darme cuenta. Cuando salí al salón, estaba todo lleno de humo y empecé a gritar.
- Ay, madre, ¿ y entonces?.
- Entonces, vino un bombero, abrió la puerta de mi casa y un humo, un humo que no dejaba ver nada. No veía ni la puerta de la entrada pero el chaval me cogió en brazos y me sacó por la escalera, no sé ni cómo pudimos bajar. Ay, menos mal que me rescató, yo ya me veía ahí muerta como un pajarito.
- Menudo susto, qué horror.
- Pues sí, yo no paraba de pensar en que con los 430 euros de euros de pensión, ¿a donde iba a ir si perdía mi casa?.
- ¿ Y cómo está su casa?.
- Pues las paredes negras y huele mucho a humo pero de momento parece que podré vivir allí.
- Me alegro que esté bien.
- Ay, muchas gracias, doctora porque yo ya no estoy para estos sustos.


Este, sin duda, ha sido el mejor rescate de la semana con alpargatas rojas incluidas.

martes, abril 24, 2012

El Juramento Hipocrático.

Consagraré mi vida al servicio de la humanidad.
Practicaré mi profesión con conciencia y dignidad.
La salud de mis pacientes será el objetivo prioritario de mi trabajo. 
No permitiré que prejuicios de religión, nacionalidad, raza, partido político o nivel social se interpongan entre mi deber y mi conciencia.
No prestaré colaboración alguna a los poderes políticos que pretendan degradar la relación médico-paciente restringiendo la libertad de elección, prescripción y objeción de conciencia. 

Hago estas promesas, solemne y libremente, bajo Palabra de Honor, en memoria de todos los que creen o hayan creído en el honor de los médicos y en la ética de sus actuaciones.



Cuando terminé la facultad de Medicina realicé estas promesas entre muchas otras. Hoy tras escuchar la lamentable noticia que muchos de mis pacientes se quedarán sin asistencia sanitaria, tengo que recordarlas. Para mí, la ley tiene caras, nombres y apellidos. No es un ente abstracto, son personas, familias e historias que a partir de hoy recibirán una asistencia sanitaria sesgada a situaciones puntuales. A ellos les quiero decir que mantengo mis promesas, solemne y libremente, bajo Palabra de Honor, hoy y el resto de mis días.



jueves, marzo 29, 2012

Metronomo

Enlatada en una caja de sardinas que algunos se empeñan en llamar metro, recordando al metrónomo que marca los compases de una melodía. Hoy la melodía era un poco amarga pero no por ello faltaba el ingenio. Entre empujones siempre había alguna frase disparatada para hacer más llevadero el camino. Y mientras siento el respirar de los viajeros que me rodean, la frase de una de mis pacientes suena de nuevo. ¿ Cómo me puede doler el corazón?. La frase pronunciada por una niña que no me llega ni a la cintura, permanece en mis oídos y quisiera preguntárselo a todos los que hoy me rodean.

sábado, marzo 10, 2012

Guapa tres veces al día.

La enfermera tiene ya sus años, probablemente haya visto más vidas pasar que la mayoría de nosotros. Hoy entra en la consulta para resolver un problema cuando el paciente que tengo en frente, empieza a hablar con ella.

- Buenos días, Lola.
- Buenos días, Antonio.
- Cómo estás.
- Muy bien, gracias.
- ¿ Te dice tu marido lo guapa que estás tres veces al día?.
- Ja,ja,ja, a veces falla.
- Pues debería decírtelo porque estás muy guapa. Ya sabes que cada vez que él no te lo diga, yo estoy dispuesto a hacerlo.
- Le dejaré el recado.

Creo que voy a empezar a recetar las parejas lo mismo que este paciente, sería interesante hacer un estudio doble ciego sobre los resultados....Por supuesto, este consejo está enfocado en su pareja y no en su enfermera.

sábado, febrero 25, 2012

Cerillas, termómetros y Azul Prusia.

No me he olvidado de este rincón pero el estudio intensivo de las últimas semanas no me han dado mucha tregua hasta que leí:

Productos de baja toxicidad que no requieren tratamiento salvo ingesta masiva:

- Acuarela.
- Aditivo de pecera.
- Ambientador.
- Azul de Prusia.
- Colorete.
- Goma de borrar.
- Lápiz de grafito.
- Lápiz de color.
- Mercurio del termómetro.
- Pegamento blanco.
- Plastilina.
- Yeso.

Después de leerlo, me entraron ganas de hacer una mezcla de todos los productos y ver si mi organismo resistiría hasta que leí la siguiente lista.

Productos de baja toxicidad cuya eliminación puede ser necesaria, valorar individualmente:

- Agua de retrete.
- Bronceadores.
- Cerillas.
- Desodorante.
- Spray para el cabello.
- Suavizante en la ropa.
- Tiza.

Así que con tantas opciones, estoy un poco dispersa....¿ Y si combinamos las cerillas con el mercurio del termómetro y le ponemos un poco de Azul de Prusia? En caso de que no me siente bien, siempre podría probar agua del retrete....Claro que después habría que ir a Urgencias y explicarlo con pelos y señales para ver si son capaces de encontrar la fuente de donde leí estas estupendas listas.....Uhmmm...Demasiadas opciones para una mañana de sábado.....

viernes, enero 27, 2012

Arrugas.



Arrugas


Hoy estoy un poco arrugada. Hoy no han sido mis pacientes los que me han arrugado. No han sido las toses ni los mocos que me regalaron. Mis arrugas han salido esta mañana en el periódico. No sé porqué las miré con curiosidad. Las vi delante de mí y comenzaron a caminar. Caminaban por una casa amplia de dos plantas con una piscina que solo sirve para enseñar a las visitas. Una casa llena de personas que se habían abandonado a los sentidos. Una arruga viajaba en el Orient Express camino de Estambul. Otra llevaba el sabor de una nube llamada Tramposo. Una de ellas hasta osaba hablar con acento argentino aunque hubiera nacido en Ribadeo pero había una arruga que se llamaba Rockefeller. Fue esta arruga la que se coló junto a mi cama esta mañana. Me miró con un poco de desconfianza mientras recogía su reloj y su cartera. Se levantó con lentitud y se puso la corbata de siempre. Le queda bien. Rockefeller me dio su mantequilla y se dispuso a hacer un poco de gimnasia por lo que hay para mirar. Y fue él quien se olvidó el abrigo y quien decidió correr hacia la piscina de las visitas, fue cuando me mojó los pies que pensé en fugarme con él.










Ps. Gracias por estas historias tiernas que llevas a la pantalla grande aunque no llevaba mi piruleta de corazón, la peli hizo que me olvidara de ella y me quedé pensando en esta historia llena de arrugas que pocas veces merece la atención que le habéis dado.  Gracias por este trabajo pero sobre todo por el homenaje a tantas y tantas personas anónimas. Esperamos el próximo proyecto con ganas y mil gracias por la invitación de ayer.

viernes, enero 06, 2012

Reyes

- Me gustaría que me hiciera dos recetas de paracetamol y una de enalapril.
- Creo que debería escribirle una carta a los Reyes Magos*.
- ¿ Pero me van a traer algo?.
- Bueno, sí se lo dice tan clarito como a mí, puede que tenga posibilidades.
- Jajaja.
- Fíjese, le voy a hacer las recetas y no soy un paje de Oriente así que a lo mejor tiene suerte.
- ¿ Y a usted le van a traer algo?.
- Eso se lo tiene que preguntar a los Reyes Magos no a mí.
- Jajaja.

----------------

- Doctora, creo que le vi por la calle.
- Puede ser.
- ¿Caminaba ayer por la calle Oriente?.
- Sí, fuí a visitar a un paciente.
- Llevaba una falda corta**.
- Uhm, llevaba un vestido y un abrigo gris.
- Es que al principio no caía pero luego me di cuenta que era mi doctora.

----------------

-  ¿Me ha llamado?.
- Le llamé hace media hora en dos ocasiones pero no respondió.
- Doctora, soy sordo y por eso no le oí.
- Bueno, pase entonces***.

----------------

*Hay que poner un poco de humor al día a día.

** El concepto de falda corta es distinto según la edad del paciente. Para mi paciente octogenario la idea de falda corta es muy distinta de la de una adolescente pero lo de ser la doctora de la falta corta ha sido todo un descubrimiento en mi historial.

*** El paciente que se definió como sordo, no era sordo, escuchaba perfectamente sin tener que desgañitarme la garganta o escribir papelitos en letras mayúsculas.....¿ A quien se le puede ocurrir mentir de esa manera?.....A este hombre los Reyes Magos le van a traer carbón, le crecerá la nariz como a Pinocho y el roscón de reyes le sentará mal.

---------------

Muy felices Reyes a todos.