martes, noviembre 01, 2011
Yo no fumo.
Al final todo acaba siendo personal. Muy personal. La pregunta se vislumbra en el horizonte. ¿ Seguro que usted no fuma?. Efectivamente, yo no fumo. Y entonces parece que ya tienes la batalla perdida. Los fumadores consideran que los no fumadores no pueden opinar sobre sus hábitos. De cierto llevan mal que alguien opine especialmente si comparten genes o lazos afectivos. Si eres el familiar de un fumador, odiarán de ti la faceta de no fumar. No hay grises. Es uno de esos temas prohibidos, un tabú. El tema acaba siendo una discusión campal entre buenos y malos donde yo levanto la tapa de pandora. A mí es un tema me divierte. Me divierten las excusas. Me falta motivación para dejarlo. Desde que me dejó mi novia fumo como un carretero. Me gusta fumar, ¿ qué hay de malo?. Soy un fumador social, solo con los aperitivos, con mis hijos no fumo. Llevo setenta años fumando así que yo me muero con las botas puestas y el cigarro entre los dedos. Aunque honestamente, preferiría respuestas más rocambolescas como salidas de Casablanca....Algo así como: yo fumo desde que sobreviví a un intento de suicidio desde el Empire State y tras ser atendida en urgencias por George Clooney no podía ver el mundo sin ser una chimenea.... Aunque no creo que mis oídos vayan a escuchar semejante canción....Quizás algún día pero por el momento, continuaré escuchando estas respuestas e intentando desmontar los mitos y excusas con un poco de humor para que las personas no fumen. Los catarros, los dolores de rodilla y el ardor de estómago no matan a nadie aunque generan muchas visitas médicas. El tabaco casi no genera citas médicas y es de las pocas cosas que matan a las personas y las matan de malas maneras. Dejar de fumar, aumenta la supervivencia de las personas, lo sé y aún así la mitad de mis pacientes no me creen. ¿ Algún día lo harán?.
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