miércoles, junio 25, 2008

Aquella pareja.

La historia parecía un cataclismo. No había nada medianamente bueno. Llamo a aquella pobre mujer que entra en la consulta acompañada de su marido. Esperaba ver a alguien acabado, un cadáver en vida pero ella era todo lo contrario. Hablaba abiertamente de todo lo que estaba pasando, las citas, las pruebas, los resultados...aún mostraba preocupación por aquella pastillita para bajar el colesterol...Y la escuché con cierta melancolía, pensando que ojalá el colesterol pudiese cambiar algo su vida...Y siguió hablando hasta que su marido dijo la frase clave..."Por fin alguien no nos da malas noticias"...Y un nudo se me hizo en el estómago...Aquella consulta era la de un parches que va medianamente bien....Y me quedé en silencio pero no pude mantener la mirada...buenas noticias....¿Cuándo doy buenas noticias?, ¿ Cómo perciben las otras personas las noticias que reciben?...Resulta curioso pensar que me pagan por dar malas noticias, por comunicar lo que va mal y lo poco que se puede hacer para que vaya bien...y pensé en cómo se llega a ese punto...A ese punto donde la madurez te permite dar las buenas noticias entrelazadas con aquellas no tan buenas....Pensé en cómo dejar los estereotipos a un lado, dejar los prejuicios, dejar los lastres que me impiden ver a los pacientes como personas que pueden ser yo...y recordé que ese es el camino....el camino que merece la pena tomar...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola,

Sólo que sepas q tngo q ir al médico ahora un poco bastant. No m gusta ir. Pero la mayor part d las vecs m acuerdo de estas cosas q scribes y m sfuerzo x sonreirla y por agradecerle cosas.

Gracias Sariña!!

Sara. dijo...

...¿ Quieres ser mi paciente?...Te contrato;)
Muchas gracias por ponerte del otro lado y por aguantar todas esas cosas que hacemos que no gustan nada....Gracias por ser valiente y por sonreír.

Mil gracias por leer. Mil gracias por seguir ahí. Bicos.