- El hombre, amigos míos- dijo el general Loewenhielm- es frágil y estúpido. Se nos ha dicho que la gracia hay que encontrarla en el universo. Pero en nuestra miopía y estupidez humanas, imaginamos que la gracia divina es limitada. Por esa razón temblamos...-nunca hasta ahora había confesado el general que temblaba; se quedó sinceramente sorprendido, y hasta estupefacto, al oír su propia voz proclamando tal cosa-. Temblamos antes de hacer nuestra elección en la vida; y después de haberla hecho, seguimos temblando por temor a haber elegido mal. Pero llega el momento en que se abren nuestros ojos, y vemos y comprendemos que la gracia es infinita. La gracia, amigos míos, no exige nada de nosotros, sino que la esperamos con confianza y la reconocemos con gratitud. La gracia, hermanos, no impone condiciones y no distingue a ninguno de nosotros en particular; la gracia nos acoge a todos en su pecho y proclama la amnistía general.!Mirad! Aquello que hemos elegido se nos da; y aquello que hemos rechazado se nos concede también al mismo tiempo. Sí, aquello que rechazamos es derramado sobre nosotros en abundancia. !Pues se han abrazado la misericordia y la verdad, y la rectitud y la dicha se han besado mutuamente!.
Isak Dinesen.
_Ella está en ese lugar...donde la misericordia y la verdad se abrazan....donde la gracia reina...Ella está allí.
2 comentarios:
Gracias por tu recuerdo. Lo mas maravilloso es saber que disfruta de la gracia de nuestro Padre celestial.
Un beso. S. y A.
Bonita Babette. Me ha gustado mucho. Si no estoy muy elocuente es porque me ha entrado hambre y es malo hablar con la boca llena.
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