Primer día de vuelta tras unas fugaces vacaciones.
- Doctora, no está nada morena. No le han cundido las vacaciones nada, ha vuelto como estaba.
Eso son palabras de ánimo y lo demás pamplinas. Me olvidé contestar que había hecho espeleología por debajo de las nubes para que se quedara más tranquilo.
martes, julio 31, 2012
sábado, julio 07, 2012
Lo que yo quiero.
No quiero las luces. No quiero ser quien salva al paciente. No quiero darle la pastilla estrella a nadie. No quiero explicar que los señores con corbata toman decisiones sin evidencia científica que no aumentarán la esperanza de vida de mis pacientes durante más de 30 veces al día. No quiero prescribir fármacos que no suponen un avance terapéutico. No quiero ser ese tipo de médico, que lo sean otros.
Quiero tener veinte minutos por paciente, quiero saber quienes son y no la ficha aséptica del ordenador, quiero saber cómo se llama su esposa, sus hijos, sus nietos. Quiero conocer sus voces cuando me llaman por teléfono. Quiero saber qué guardan en la nevera. Quiero saber quien cocina y si lo hace con sal o sin ella. Quiero saber si usan mantequilla o aceite de oliva. Quiero saber si cocinan a la plancha o si beben leche desnatada. Quiero ver como pasean o no por el barrio. Quiero saber si su edificio tiene ascensor o si será secuestrado en su propia casa por carecer de dicho invento. Quiero saber si usan bastón o el bastón es su media naranja que va igual de perjudicado que usted. Quiero saber si saben escribir bien los números. Quiero saber si diferencian bien las pastillas que toman. Quiero saber si se van al pueblo o a la aldea y donde queda. Quiero saber qué hacen allí si van a la plaza o al bar. Si toman agua o vino con las comidas. Quiero saber qué enfermedades tuvieron sus padres. Quiero saber cómo es su salón. Quiero saber si tienen un lugar donde levantar las piernas en alto para evitar las úlceras varicosas en sus castigadas piernas. Quiero saber a quién llaman cuando se sienten tristes o solos. Quiero saber si oran, si tienen fe en el más allá o si la esperanza pasó ya de largo. Quiero saber si escuchan la radio o la tele o lo que se tercie para saber que no precisarán de un audífono. Quiero saber todo esto porque saberlo me permitiría dar consejos útiles para mejorar su estilo de vida. Quiero saberlo porque reduciría el consumo de medicamentos o lo que los señores de corbata llaman "gasto sanitario" pero sobre todo quiero saberlo porque soy su médico. Su médico de familia y su salud es lo más valioso que nunca tendré en mis manos.
Quiero tener veinte minutos por paciente, quiero saber quienes son y no la ficha aséptica del ordenador, quiero saber cómo se llama su esposa, sus hijos, sus nietos. Quiero conocer sus voces cuando me llaman por teléfono. Quiero saber qué guardan en la nevera. Quiero saber quien cocina y si lo hace con sal o sin ella. Quiero saber si usan mantequilla o aceite de oliva. Quiero saber si cocinan a la plancha o si beben leche desnatada. Quiero ver como pasean o no por el barrio. Quiero saber si su edificio tiene ascensor o si será secuestrado en su propia casa por carecer de dicho invento. Quiero saber si usan bastón o el bastón es su media naranja que va igual de perjudicado que usted. Quiero saber si saben escribir bien los números. Quiero saber si diferencian bien las pastillas que toman. Quiero saber si se van al pueblo o a la aldea y donde queda. Quiero saber qué hacen allí si van a la plaza o al bar. Si toman agua o vino con las comidas. Quiero saber qué enfermedades tuvieron sus padres. Quiero saber cómo es su salón. Quiero saber si tienen un lugar donde levantar las piernas en alto para evitar las úlceras varicosas en sus castigadas piernas. Quiero saber a quién llaman cuando se sienten tristes o solos. Quiero saber si oran, si tienen fe en el más allá o si la esperanza pasó ya de largo. Quiero saber si escuchan la radio o la tele o lo que se tercie para saber que no precisarán de un audífono. Quiero saber todo esto porque saberlo me permitiría dar consejos útiles para mejorar su estilo de vida. Quiero saberlo porque reduciría el consumo de medicamentos o lo que los señores de corbata llaman "gasto sanitario" pero sobre todo quiero saberlo porque soy su médico. Su médico de familia y su salud es lo más valioso que nunca tendré en mis manos.
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