miércoles, agosto 15, 2012

El maletín.

Solo fuí a comprar un maletín nuevo. Mi querido maletín regalado con mucho cariño terminó por fallecer ayer. Una apertura más de la costura pidiendo ya la jubilación forzosa. Eso significó entrar en unos grandes almacenes para buscar recambio. Buscar un maletín cómodo para meter todos mis trastos no es fácil, especialmente cuando uno ve la etiqueta del precio. Así que llevé a mi viejo maletín para ver si podía meter mis artilugios en el nuevo. Al encontrar uno razonablemente útil, le pedí al vendedor si podía probarlo.

Primer error.

Uno no puede sacar un esfingomanómetro y decir que es nadadora de natación sincronizada. Ay, casualidad, me olvidaba, soy médico. Perdón, médica. Lo que significa que aunque yo le trate de usted, a mí me van a tratar de tú hasta que me jubile. Así que aprovechando el vendedor me cuenta su historial médico que nunca quise saber. El hombre no se toma la pastilla de la tensión y es fumador. "Total, cuántas menos pastillas mejor".

Segundo error, seguirle la corriente.

Uhmm, pues es mejor tomarse las pastillas. Y aprovechando que el hombre tiene público empieza a despotricar del sistema sanitario. Algo no muy acertado para un vendedor. El problema de todo es que la gente abusa. Ahí empieza mi conversación mental, solo real en mi cabeza: Usted, también, si le da un ictus, si tiene un cáncer de pulmón,  los que pagaremos su hospitalización seremos todos los españoles porque no adopta estilos de vida saludable. El hombre continua viendo que no logra mucho feedback por mi parte y decide ir al meollo del asunto. Además los inmigrantes vienen aquí a usar la seguridad social gratis. Se traen a sus familiares a operar.

Tercer error, responderle en voz alta.

No hay ningún estudio que demuestre que los inmigrantes usan la sanidad más que los españoles. Lo que aportan a la Seguridad Social cubre con superhábit los gastos que generan. Que no, que no, que viene aquí todo hijo de vecino al médico, todo el día en el médico. Mire no tiene ninguna base científica para hacer ese comentario, hay múltiples estudios bien diseñados que contradicen su opinión por lo que por favor, no repita ese argumento. Yo total tengo un seguro privado en ****. No le explico quien es Barbara Starfield ni que es la prevención cuaternaria, tampoco le digo que la sanidad privada no ha demostrado ser más eficiente que la pública. A palabras necias, oídos sordos como dice el refrán.

Cuarto error, garrafal.

Comprarle el maletín a ese vendedor. No deberían bonificarle por mi compra. No debería llegar a sus objetivos con mi ayuda tras esa conversación. Muy mal, hoy, muy mal.