miércoles, junio 05, 2013
Estatuas del metro.
Son pocas las veces que todo me parece igual, cotidiano quizás. Pocas veces en las que me pregunto si ese momento no ha existido ya, esa persona, ese lugar. Camino al trabajo había un hombre calvo, cogía el mismo metro en la misma estación todas las tardes. Se bajaba dos paradas antes que la mía y habitualmente iba de pie aunque hubiera espacio donde sentarse. Cazadora blanca con rayas negras y rojas durante todo el invierno. Nunca sonreía, parecía in pasivo a todo lo que le rodeaba. Le miraba con curiosidad para ver si había algo de humanidad en él aunque fuera usar un pañuelo de papel pero nada, nada de nada. Es cierto que no es necesario que todo el mundo lleve mi bolso de Mary Poppins con todo tipo de artilugios pero un poco de emoción...un suspiro, una mirada al móvil, una sonrisa....aunque quizás la gente como él son los que nos ponen los pies sobre la tierra a la gente como yo....
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