lunes, noviembre 27, 2006

La selva.

Fue un encuentro fortuito. Estaba ahí, sentado en una silla respondiendo a preguntas íntimas con una dignidad fuera de lo común. Me crucé con el enfermero por el pasillo y me pidió ayuda; entré en la sala de triaje y encontré a un hombre envejecido prematuramente.
Con voz serena me dijo que vivía en una chabola, a unos cinco kilómetros del hospital. Había venido andando porque no se encontraba bien. Tenía fiebre y una enfermedad poco frecuente. Le pregunté si había comido hoy, me dijo que había comido en el comedor social. Puse cara de incredulidad sin exhalar ni un suspiro, " No, no se equivoque nos dan bien de comer, de verdad". Le pregunté si bebía alcohol, " no bebo ni gota desde que me diagnosticaron la enfermedad". Bien, le haremos algunas pruebas para ver como podemos ayudarle. Sonrío agradecido...y me tocó su educación, su voz y su temple. La selva no está tan lejos. Sigue aquí sin Amazonas pero llena de brutalidad y belleza por igual. Ojalá nunca lo olvide.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando pensamos que lo "salvaje" depende de la formación, de los estudios o, incluso, de pertenecer al "primer mundo" estamos terriblemente equivocados. El egoísmo, la maldad y la falta de empatía existe igual en todos los lados. Me atrevo a decir que el hombre no ha cambiado nada a lo largo de toda la historia, somos exactamente iguales, quizá lo que nos condiciona a reprimir comportamientos sean agentes externos, como las leyes y la posibilidad de castigo por un hecho declarado como negativo a nivel social. Aun así, siempre hay determinado tipo de gente, normalmente de clase alta, que puede permitirse el lujo de cometer infracciones sin llegar a ser sancionados.
En países desarrollados como el nuestro, donde la educación es obligatoria y gratuita, hay un alto indice de analfabetismo y de miseria. Qué es lo que no funciona? El ser humano. Y nuestro mayor defecto: creernos mejores que los demás.

Sara. dijo...

Te echaba de menos. Tengo una llamada pendiente pero ya sabes que detesto las llamadas breves y esta semana está siendo de locos ( cuatro guardias en 10 días ) así que en cuanto pueda, te llamo y hablamos sobre todas estas cosas. Tus dos últimas frases son brillantes, en tu línea claro no esperaría menos. Ánimo en todo, gracias por leer y por hacerme pensar. Bicos.