Voy hacia mi casa después de trabajar, la calle no está especialmente concurrida. Estoy en la acera de mi edificio cuando veo un libro de texto tirado en el suelo. Me agacho, lo recojo y leo " Sumas y Restas 4º". El libro está forrado y tiene una pegatina clara que pone Elsa F 4ºC. Me quedó unos minutos dubitativa, no hay nadie más por la acera y menos alguien de menos de 1.30m. Subo a casa con el libro. Lo abro y está lleno de B escritas en boli rojo sobre las cuentas resueltas, se ven algunos borrones de goma y medio libro vacío.
Pienso en Elsa, en si odiará las matemáticas o si habrá descubierto lo maravilloso que es leer. El libro no pone ningún teléfono de contacto o dirección. Decido devolverlo al colegio que hay en el último número de mi calle, creo que es lo que debo hacer. Cojo un post-it y escribo una pequeña nota para ella, cuatro líneas deseando que las sumas y las restas le permitan descubrir un mundo fascinante ( que ojalá ningún profesor se encarge de borrar, eso no se lo dije pero lo pensé). Bajo a la calle, dejo el libro en el buzón del colegio deseando que alguien lo abra.
De vuelta a casa, veo dos vagabundos durmiendo en un portal. Pensé en si alguna vez tuvieron una madre que forró sus libros y puso una etiqueta con su nombre, pensé en lo difícil que debe ser vagar sin rumbo día a día con la máxima aspiración de dormir en algún sitio sin que nadie te moleste.
Pensé en el potencial de Elsa y en los estímulos que puede recibir para acabar teniendo una vida plena o una vida miserable...porque quizás en el fondo la vida está llena de sumas y restas en las que a cada uno le toca de más o de menos pero en las que debemos sumar amor y posibilidades a todos aquellos que tengamos a lado porque hay demasiada gente dispuesta a restar...
Foto: Ong brasileña Faça Parte. "Quando você faz o que sabe fazer, sua ajuda se multiplica."
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