domingo, septiembre 28, 2008

La suerte.

Fue un pequeño gesto. Un hombre mayor le regaló unos cuantos cupones de la ONCE a la médico con la que estoy rotando. El hombre me miró, sintió cierta lástima así que cortó la tira y me dio uno de los cupones.
No era para mí. No lo merecía. No era un agradecimiento a mi labor. Sólo un gesto de buena voluntad. Sonreí y guardé el cupón junto a mi tarjeta identificativa. No pensé demasiado en qué haría si me tocase. Sólo me sentí afortunada. Decidí mentalmente guardar el cupón en mi libreta de cosas varias. Pensé en como lo iba a colocar y que frase escribiría debajo. El día pasó rápidamente y guardé el cupón en mi bolso antes de volver a casa.

Al llegar a casa me conecté para ver si sería yo la próxima millonaria. Busqué el cupón pero no estaba. Repasé todo lo que había hecho sin saber en qué lugar podría haberse perdido. Lo busqué por activa y por pasiva sin éxito. Me quedé un poco desilusionada. No por la esperanza de ganar algo de dinero sino porque simplemente había sido un regalo, un bonito regalo. Quizás ese no fuera mi día.

Hace dos días abrí la libretita en la que guardo las etiquetas de aquellos pacientes que me dejaron preocupada. Hay un montón de números de cinco cifras allí escritos.Y entre ellos, él. El cupón. 48190. Estaba intacto. Parecía querer impregnar un poco de optimismo a aquellas historias desgraciadas. Tenía que haberlo pensado antes, aquel tenía que ser su sitio. Y encontrarlo, me alivió. No fue el número premiado aquel día. No tocó. No trajo dinero pero rompió la rutina...solo fue un poco de humanidad....y eso es más que suerte...eso es ganar...ganar que tu corazón sea un poco menos duro...

martes, septiembre 23, 2008

El subsuelo.

Alcancé el metro de casualidad. Una pequeña carrera para entrar en el último vagón. Abro El viejo y el mar, 20 páginas para terminar. Leo un rato y pronto me encuentro en mi parada, sólo debo recorrer la longitud del tren hasta llegar a las escaleras. Camino distraída cuando le veo. Barba de tres días, camiseta con uno de esos mensajes que pretenden decir algo y vaqueros negros. Lleva una mochila en la mano y parece resuelto a mirar al resto. Nuestros ojos se cruzan unos breves segundos pero estoy demasiado cansada como para mantener la mirada y saber quién es.

Vuelvo a levantar la mirada y él sigue ahí. El metro comienza nuevamente a andar lentamente. Y nos miramos, nos miramos hasta que percibo su empatía. Quizás ambos estemos cansados. Quizás la vida sea otra cosa. Y cuando el tren parece alejarse, sonrío. Sonrío ampliamente y me devuelve la sonrisa.

Aún hay vida en el subsuelo.

lunes, septiembre 22, 2008

Un lunes.

A la salida del trabajo me cruzo con un niño de ocho años. Camina lentamente junto a su abuela.

- Mira, abuela, hace sol y hay nubarrones. Ojalá llueva y salga el arco iris.



_yo quiero ver la vida de ese modo...quiero ver la belleza del arco iris un lunes cualquiera.

domingo, septiembre 21, 2008

"This respect love sees the other as worthy. It points to the future.
Love always protects, love never fails."


John Wyatt.
IMCDA, Shcladming 11/09/2008.

Importa.

Son los de siempre. Siempre son los mismos. Tienen distintas caras pero el fondo es el mismo. No sé en qué momento llegaron a ser así. Ya poco importa. La realidad es lo que son ahora. Las decisiones que paulatinamente tomaron para llevarles a este punto, son ya agua pasada. A ellos no les importan los pacientes. No les importan lo suficiente como para no dormir una noche, lo suficiente como para llamar cinco veces a un domicilio mientras deseas que alguien coja esa maldito teléfono. No hay puentes. Ellos no te entienden. Yo no les entiendo a ellos. Es la segunda vez en menos de quince días que alguien me dice seriamente que lo que le pasa a un paciente es su problema. Su problema. No el mio. He recibido unos cuantos sermones por ese motivo, habitualmente no digo nada mientras mis ojos irradian chispitas. Si no es alguien de tu familia, no es tu problema. Solo escuchar eso, me produjo naúseas y más chispitas. No estamos hablando de paternalismo, ese no es el problema. Yo sólo aspiro a dormir bien por las noches. Y pensando así no podría, mi conciencia no podría. Sería fontanera pero no médica.


Es un concepto básico. ¿ Qué es un ser humano?. ¿ Qué valor tiene?. Esa respuesta determinará la actuación de todos aquellos que estamos en contacto con los pacientes. Para mí un ser humano es alguien por definición valioso, digno de atención y de cuidado...digno de usar el arte de la medicina para producir algún tipo de alivio físico o psicológico....Y esa es la razón por la que estudio y trabajo en este terreno....Y la razón por la que el discurso de " no importa" no va a entrar en mi esquema mental....porque sí importa, importa mucho....



_yo quiero que a mi familia la atiendan médicos que crean que las personas importan, importan mucho.

viernes, septiembre 05, 2008

Cansancio.

Son las doce de la mañana. Acabo de salir del hospital tras una guardia más, una de las cinco en 11 días. Estoy agotada. Agotada. Cojo el metro para ir a la universidad. Y mientras leo. Leo para no quedarme dormida. Leo para no pensar. Leo para sentir que sigo viva. El metro se va llenando poco a poco. Se acaban los asientos y la gente comienza a ir de pie. Y entonces llega una señora de unos 70 años. Nadie le mira. Nadie le cede un asiento. Y cuando mis ojos se cruzan con los de ella, lo digo...

- ¿ Quiere sentarse?, le cedo mi asiento.

Y ella me mira y simplemente me dice:

- No déjese sentada parece muy cansada. Yo estoy bien, sólo son un par de paradas. No se preocupe.

- Gracias.

Es la primera vez que alguien me dice esas palabras tras una guardia. Y sin que ella lo sepa, toca mi corazón. Su generosidad y comprensión valen más que la noche sin dormir mirando un monitor, valen más que el Colles que llegó hace dos noches, más que todas las personas que atendí...su gracia iluminó un día gris....Gracias estimada señora.