Sólo un minuto, sólo un minuto antes de adentrarme en la vida real. Es ese minuto en el que al salir del túnel, aparecen los campos rojos llenos de amapolas. Es mi minuto de gracia. Al ver esos cientos de flores bañados con una discreta luz del sol, sólo pienso que la vida es hermosa, muy hermosa.
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