( Todo lo que escribí en el anterior post desapareció sin previo aviso.... así que mis impresiones se quedaron fuera aunque casi creo que es mejor porque volver me produce silencio en muchos temas).
Finalmente las cosas se han puesto feas en el país y uno se hace ciertas preguntas. Primero, ¿ por qué en la Embajada creían que no iba a pasar nada y sin embargo los gringos estaban convencidos de que podía armarse una gorda?.... Ahora está claro quien tenía razón pero la verdad es que me quitan las ganas de fiarme de la diplomacia. Afortunadamente los taxis trabajaron el día que volé a España de vuelta y pude llegar al aeropuerto sin problemas. El vuelo trajo algunas caras tristes.... Emigrantes que dejaban una historia por detrás, miradas perdidas, silencio y miedo.... había bastantes emigrantes que volaban de vuelta y pensé en lo que les esperaría al llegar, en si tendrían o no trabajo, en cuántos hijos dejarían en Ecuador, en qué ocurriría con sus hijos.... Uno de ellos no pudo coger el vuelo y tres quedaron retenidos en Barajas.... También sentí cierta impotencia al hecho de criminalizar todo pasaporte que no sea de la UE o ún país rico.... Pasé cuatro controles de pasaporte sin que lo abriesen o me mirasen a la cara.... Podía haber sido la mujer más buscada por la Interpol que ni siquiera se molestarían en verme pero basta que tu pasaporte pusiese Ecuador para que te mirasen de arriba a abajo con lupa..... En el avión una emigrante me preguntó qué papeles me pedían para entrar en Ecuador y respondí que solo el pasaporte en regla.... me miró con cara pocos amigos.... tiene razón pero no es mi culpa.
El vuelo fue pesado aunque me regaló un atardecer sobre Guayaquil que me dejó alucinada, la vista impresionaba y me dieron ganas de quedarme allí y no coger el avión de vuelta. Aunque una de las sorpresas fue ver amanecer a las 2.30 am sobre el Atlántico.... no creo que lo vaya a olvidar.
Ahora, aquí estoy, tratando de superar el jet lag y de recuperar mi vida cotidiana..... Echo de menos muchas cosas, ya no suena el teléfono, ya no hay urgencias, no hay pacientes, no hay excursiones a volcanes o conversaciones en las que mi " vale" sea el punto estrella.... Todo parece un sueño, ha sido un sueño. También hay cosas raras como cruzar la calle sin sentir pánico, poder beber agua del grifo sin pensar en tener diarrea, ver a la gente con zapatos en los pies, no encontrar cucarachas en el cajón de los cubiertos, ir a un supermercado lleno de comida...... Se me hace extraño ver todas esas cosas, antes me parecían normales, obvias y necesarias.... hoy me parece que rozan lo superfluo, no son tan necesarias y sobre todo se puede prescindir de ellas..... No llego a sentirme culpable por disfrutar de lo que tenemos pero sí soy más consciente de que es un lujo. Tener agua corriente es un lujo y vivir en el país que vivo, es un lujo..... Creo que tengo menos prisa ahora, sé que las cosas podrían ser más rápidas pero me veo menos exigente con los demás, me quejo menos..... No sé cuánto me durará esta fiebre pero espero que el suficiente, ¿ ini mini?.
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