lunes, febrero 16, 2009

Viernes.

Hoy tenía esa sensación de viernes. En mi calendario era viernes pero la realidad es distinta. Hoy es lunes, aún quedan cinco días para llegar a un día libre. Salgo de casa sin mucho ánimo. Los zapatos negros, el bolso gris. El cielo azul. Un día más.
Cruzo pocas calles antes de ver la sinagoga, entonces le veo. Un hombre mayor con barba blanca prominente, gafas de aluminio pasadas de moda, traje negro impecablemente planchado que parece tener unos poco años y sombrero negro. La camisa era blanca con una fina corbata negra y en sus manos un pequeño libro blanco. Unas letras hebreas sobre el librito y sus ojos fijos en las palabras mientras musitaba algo carente de sentido para mi tosco oído. Y me doy cuenta que no es un día más, a horas tempranas este hombre está buscando lo eterno en palabras antiguas mientras yo miro al reloj para poder dormir un día hasta las nueve...Las diferencias existen...pero hay algo en él que me inspira, me da esperanza...las palabras, las palabras que lee... cambian nuestras vidas, nos muestran otra realidad...otra tierra, otro Reino, otra Vida...

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