jueves, abril 08, 2010

Las flores azules.

_dedicado a mi familia en la ciudad condal.



Esta semana he hecho mi último triplete en la residencia. Triplete. Residencia. Palabras que tienen fecha de caducidad. Palabras que tuvieron un principio y que pronto tendrán un final. Y agotada llego a mi casa, las ojeras han hecho mella en mi cara y el futuro es incierto. Tres guardias en 6 días no es bueno. Te deshumaniza. Algo de ti se pierde y algo de ellos deja ya de ser. El cansancio hace esto sin avisar. Y en medio de todo esto, hay una llamada, una pequeña llamada.
Una voz dulce, un concierto y un poco de bondad. Así que no prometo nada, no puedo decir mucho, la chica del otro lado del espejo no se parece a mí. Y tras una ducha, acabo debajo de mi nórdico durmiendo las tres horas de rigor para volver a renacer. Necesito un té en mi taza de china. Y mientras me desperezo, empiezo a recordar la bondad, el concierto, mi familia....
Así que decido dejar el trabajo a un lado y parecer una persona normal aunque solo sea por unas horas. Es algo así como disfrazarse. Disfrazarse de mí misma. Y logro parecerme a mí así que cojo mis bailarinas y salgo camino del metro. Me bajo a medio camino y espero en el andén un poco de compañía para ir al concierto. Camino brevemente por las calles del centro para poner voz de buena y preguntar por unas entradas a nombre de Sara. Es entonces cuando me preguntan quien me invitó.... Quise decir que una voz dulce o una venerable anciana con piel de porcelana o un sexagenario que deja sus marcas en el cemento... pero quien me invitó fue un músico que logra acercarse a sus sueños...Alguien que por obra del destino comparte apellido conmigo...Y amablemente al decir el nombre, no la historia de la anciana con piel de porcelana o la de la mujer de voz dulce...Me dejan pasar...Y encuentro un lugar donde escuchar la música...Y me sobrecoge un poco todas esas personas que están allí escuchando la música, cantando con fuerza y bailando tranquilamente sin hacer ruido...Saben las palabras que yo no sé y siguen el concierto con la energía que yo no tengo...Y mientras el confetti vuela por los aires...Amarillo, rosa, verde, azul....Primavera, el verano del 84.....Y no sé cómo acabamos cantando Feliz cumpleaños a Ferran....y le veo, le veo haciendo lo que siempre ha querido hacer y sonrío, sonrío por él, por los suyos, por la fe en lo que uno hace, por los caminos llenos de flores azules....

2 comentarios:

Anónimo dijo...

jooo q envidiaaa..jejej...pero la verdaad es q tenemos una familia superguay.....de la q te hace sentir cómoda y hace q avances y lo disfrutes mucho con ellos....Mil graciaaas....!!!!!....
Gracias x la amabilidad de siempre, por las conversaciones, por dejarme disfrutar parte de vida con vosotros....
Mil graciiiiaaas

Anónimo dijo...

coge todo el aire que puedas...renuevate con todo lo que vivas, aprendas y sobretodo...se lo que quieras ser.
un biquiño princesiñap