lunes, diciembre 10, 2012

El décimo.


Nunca entendí a las mujeres maltratadas que seguían viviendo con el villano bajo el mismo techo. Siempre me parecieron imbéciles. Es estúpido vivir con alguien al que no le importa retorcerte el cuello. Ahora lo veo desde el mismo lado y es distinto. Todo es distinto.

No es fácil levantarte por las mañanas sin saber si vas a comer, si te van a gritar, si tus hijos te verán llorar y pensando en que a lo mejor te vuelve a pegar. Sé que tengo que aguantar hasta encontrar trabajo pero hay días que no sé si lo lograré.

Compré un décimo de lotería. No sé por qué. Pienso que si me tocara, esto se acabaría. Si tuviera algo de dinero, me iría, cogería a los niños y me largaría. Cerraría la puerta y fin. Guardo el décimo entre las recetas de cocina y al mirarlo me digo que no tiene sentido, todo esto no tiene sentido.

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