lunes, diciembre 24, 2012

Manos alzadas.

Camino por un paseo llamado Gracia, veo a un hombre con un perro y la mano alzada junto al paso de cebra. Un perro descansa a sus pies, le miro con curiosidad. No baja el brazo pero sigue quieto en la acera. Cruzo la mitad de la calle mientras veo un árbol de Navidad, devuelvo la mirada hacia el hombre quien sigue inmóvil con su brazo levantado junto al perro por lo que me devuelvo. Le pregunto si necesita algo, al ver sus ojos me doy cuenta que no ve. No ve al menos lo que yo veo, el hombre me dice  que necesita coger un taxi pero  ninguno para. Le pregunto si necesita ayuda, me devuelve la pregunta con asombro, ¿ me ayudaría?. No necesito estrellas de Navidad para saber que le ayudaré y en pocos segundos, el hombre y su perro están en un taxi camino de algún lugar.
Días más tarde, otra mujer levanta su brazo a pesar del bullicio, se pone de pie y empieza a hablar. Habla en el anfiteatro de nuestra casa de médicos. Mi padre vivió toda la vida en Alemania, trabajando como un burro y enviando las pesetas a mi casa para que pudieramos estudiar. Yo decidí estudiar medicina. Quería ayudar a los demás, cuidarles de la mejor manera. Mi padre se enfermó pero sé que entre todos los que estamos aquí, le cuidamos bien, murió orgulloso de mí, de todos por hacer que la sanidad sea lo que hoy es.Sé que luchar por los pacientes es nuestra labor, luchar por quienes no tienen voz y cuidarles como cuidamos a mi padre. Entonces, varios centenares de médicos se levantan y empiezan a aplaudir en un aplauso eterno.
Todo esto pasa esta Navidad, hay menos luces pero hay personas que me están recordando lo que significa la  Navidad. Un bebé en un pesebre, una historia de gracia donde los ciegos ven, donde las personas dejan su bienestar por defender el bien común,  donde algunos ángeles siguen cantando para otros y donde el Verbo se sigue haciendo carne.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

joooo......es guay tenerte para recordarnos q nos fijemos en los detalles bonitos de la vida

Sara. dijo...

Jooooo.....es guay tener un taper japonés y llevar un super broche de los años 60....Gracias por regalarme detalles bonitos para usar, me encantan;)