lunes, julio 31, 2006

Mi letra...


Foto: Magnum.


Me imagino que todos somos conocidos por algo...Puedes ser conocido por ser el alma de la fiesta, tener una nariz enorme o ser más raro que un perro verde...Pero todos somos identificados por algo...Nunca me ha preocupado este tema, dejémoslo en que no me quita el sueño...Nunca me paré a analizar de forma exhaustiva qué es lo qué me diferencia de otros...Nunca, hasta ahora.

Mi letra pequeña, ordenada y en línea recta ha llamado la atención sin pretenderlo. No me fijé en que lo que escribía era leído por muchos otros cada día...Al fin y al cabo, mi trabajo funciona porque yo leo lo que otros escriben mientras otros leen lo que yo escribo...Conforme han ido pasando los días, recibo unos cinco comentarios al día de personal variado...pacientes, médicos, enfermeros, auxiliares...Todos coinciden: tengo una letra miniatura pero legible...

Comentarios como que voy a ahorrar mucho papel al hospital ( Querido Amazonas, sigo pensando en ti, me horroriza lo que te está ocurriendo y espero que tu tapiz pronto me vuelva a envolver...te echo de menos), como que necesitarán una lupa para leerla ( ...yo necesito que los médicos hagan cuadernillos Rubio o comiencen a informatizar todo el hospital...Me parece indignante ir al médico y no entender lo que pone...) o como que mi letra se parece al primo de un paciente que vive en Buenos Aires...solo son letras, que se unen a otras letras que forman palabras y a su vez palabras que forman frases...¿Y què hacemos con esas frases?...

Ayer una señora de 87 años usó esas frases para llamar mi atención...La mujer, bien arreglada,con labios rojos y ojos pintados me contó su problema y trajo la prueba del delito..."Doctora, yo se lo quiero enseñar pero le advierto que es desagradable"...Saca un bote de pepinillos con una muestra de heces..." Doctora, ¿tengo la solitaria?, ¿ son raras verdad?"...."Uhmmmm, Uhmmm"...Reconozco que me costó mantener el tipo ante una situación tan surrealista...Finalmente la señora necesitaba hablar y contar sus preocupaciones..."¿ Me puedo ir de vacaciones a Asturias? Yo vivo en el pueblo de a lado de la abuela de la Princesa de Asturias"...Nunca había conocido a alguien que fuese vecino de la abuela de doña Leticia pero la señora lo contaba tan seria que rozaba un programa de cámara oculta....Así que la tranquilizo, "No va a ser la solitaria. Debe irse a Asturias y disfrutar del clima, la comida y la sidra"...Bien, pocas palabras...Al irse la anciana me da las gracias,coge mi mano y me la besa....Me pareció un gesto tremendamente dulce que me recordó que debo aprender a escuchar para ser digna de la confianza que otros ponen en mí...solo así las palabras tendrán fuerza y podrán transmitir amor...

2 comentarios:

doble visión dijo...

Interesante forma de relatar algo...¿eres medica?...pues podrias dedicarte a escribir tambien.

saludos

PD lo de las heces en frasco de pepinillos...rebizarro!!!
jaja

Sara. dijo...

Gracias por pasearte por estas historias en una tarde de agosto...Sí, soy médica residente lo que en ocasiones te permite ver situaciones más que cómicas...Un abrazo.

Ps...¿Pizza con champagne?...