jueves, febrero 28, 2008

Esa soy yo.

A veces tienes uno de esos deja vu que hacen que vuelvas a un determinado punto en pocos segundos. Mi deja vu fue real. Cuando María entró esta mañana en la consulta, supe que era yo. Era alta para su edad, tranquila, un parche en el ojo izquierdo y unas gafas rojas con corazones de colores. Sólo tenía tos pero me llevó a ese lugar. Al de la princesita de Éboli. Su madre hablaba del número de parches que necesitaría hasta el verano. María trataba de entretenerse con otras cosas, aquello no tenía que ver con ella. Aquello tampoco tenía que ver conmigo.
Y quise poder poner un paréntesis y decirle a María todo lo que sabía...Quise abrazarla con fuerza y decirle que no importaban las burlas o las miradas curiosas, ella era la niña más bonita del mundo, quise decirle que saldría adelante, que el mundo merecía ser visto con sus dos preciosos ojos, quise decirle que tendría cejas asimétricas el resto de su vida, quise decirle que los días sin parche son lo mejor del mes, quise decirle que va a estar bien....y también que no se esfuerze demasiado con las clases de dibujo, la profesora no lo apreciará pero los demás sí...Los demás sabemos que es valiente y que el mundo siempre será para los valientes....Y se lo quise decir porque somos hermanas de parche....porque yo estuve allí y porque me hubiese encantado que alguien me lo dijese con un abrazo fuerte...

Ps. Gracias mamá por estar allí, gracias por darme ese abrazo al salir del colegio y por copiar las lecciones en una pizarra...Gracias por ponerme el parche aunque te rompiera el corazón...Gracias...Gracias de mis dos ojos;)

martes, febrero 26, 2008

I love Spiderman.

Nos despedimos. Él tiene cuatro años y yo muchos más.

- ¿ Y no me vas a dar mi foto?. ( Se refiere a la radiografía)
- Ay, no te la puedo dar. ( Ya no se imprimen las radiografías, todo está en la intranet del hospital).
- ¿Por qué no?.
- Porque se la tengo que dar a Spiderman, así en un ratito libre te podrá reconocer y llevarte por sus telas de araña.
- ¿ Y va a venir pronto?.
- ¿Quién?.
- Spiderman.
- Bueno, sabes que Spiderman está muy ocupado salvando el mundo y a veces es difícil que tenga algún momento para jugar contigo.
- Ya pero sí está salvando el mundo, me salvaría a mí, ¿ no?.
- A ti te salvaría de primero, claro que sí.



_yo quiero esa fe.

jueves, febrero 21, 2008

Spiderman.

Al niño que exploré con un Spiderman en cada mano, a él por tener fe.

Todos los niños hablan de él. Yo le conocí hace poco pero me gusta igual que a ellos. En mi infancia siempre estuvieron vetados los comics. Libros: sí, comics: no. Así crecí yo. Nunca me creó demasiadas preguntas. Todos aquellos colores brillantes dentro de celdas con viñetas y palabras...Mis libros con ilustraciones,mis libros...Aquellos héroes con mallas azules no eran mi estilo...demasiada gomina, demasiados músculos...yo no era así, yo no soy así...Ellos no tenían mucho que ver conmigo...Hasta que hace poco tiempo, vi una película de Spiderman...por supuesto la elección no fue mía...yo,comics no, gracias...pero me gustó Spiderman...ese chico de barrio que tiene un don para lograr tener una vida tan normal mientras salva el mundo a su manera sin terminar de arreglar su propia vida...Y entiendo que todos esos niños siempre elijan a Spiderman, todos quieren ser él, todos queremos ser él...Todos quieren su traje y sus telarañas...todos son un poco él, todos creen que el mundo puede ser un lugar mejor de lo que es...Así que cuando hablo con ellos, les digo que quizás Spiderman se encuentre escondido en sus oídos...y es cierto, a veces hay un poco de telas de araña, otras veces hay un trozo de su capa...y ellos lo saben, saben que Spiderman está cerca y se dejan ver...quieren creer que algún día saldrá por sus orejas y se quedará a mi lado para llevárselos de aventura...y yo, yo también quiero creer...

miércoles, febrero 13, 2008

Pérdida.

No suelo perder cosas. Ayer en algún lugar del vagón perdí mi abono de transporte. Dos dígitos menos en mi bolsillo. Me dí cuenta al salir y pensé que quizás estaría en algún lugar de mi caótico bolso pero no estaba. Así que resignada me fuí al trabajo que de algo hay que vivir. A la vuelta en las estaciones de destino y llegada, pregunto por el abono. Recibo la misma mirada de incredulidad, "no, aquí no está su bono". Muchas gracias. Gracias al que lo cogió. Gracias al que lo está usando siendo yo...pero prefiero perder el abono y no la fe en que aún hay gente honrada...prefiero pensar que quizás quien lo esté usando, lo necesite más que yo....prefiero pensar que cuando das algo,no pierdes sino ganas.....prefiero ser inocente,prefiero ser honrada...

domingo, febrero 10, 2008

El viernes.

Por fin llegó el viernes, pocas horas para poder descansar. Algunas cosas pendientes y mucho sueño atrasado. Llevo unos pantalones negros con una camiseta gris. No anticipaba lo que iba a escuchar pero el color resultó acertado. Ella tenía mis años, unas gafas de sol enormes y más lágrimas de las que yo podría contar. Se quitó las gafas y comenzó a hablar entre sollozos. Miraba a mis ojos con la inquietud de que aquello sólo podría ser un mal sueño. Y no pude dejar de mirarla sin poder abrir la boca. Estaba tan rota, tan rota que casi empiezo a llorar. Toda su vida marcada con una huella llena de mal. El sol se volvió tan gris que fuera de sus ojos sólo había un océano oscuro lleno de tormenta...Así que me levanté de la silla, cogí un trozo de papel y se lo acerqué mientras coloqué mi mano sobre su hombro...Las palabras son vanas.. A veces ni siquiera puedes dar un vaso de agua o una taza de café...solamente un papel...un papel para decir que aquí siempre tendrás un espacio donde llorar...donde quiera que estés, aquí estamos....

viernes, febrero 08, 2008

Moleskine.

No iba a coger ese metro, no en esa estación. Estaba lleno y me coloqué junto a la vieja puerta que comunica los dos vagones. Seleccioné a Blossom Dearie en el ipod y abrí el libro de Jonh Berger. No miré alrededor hasta varias páginas más tarde. Fue entonces, cuando el metro hizo una parada brusca, que le vi. Ni muy alto, ni muy bajo, ni muy guapo, ni muy feo. Estaba sentado ausente del resto. Allí escribiendo en su Moleskine con una pluma de aspecto gastada. La megafonía anuncia que el sistema de frenos se ha estropeado por lo que tendremos que esperar en medio del túnel por unos 20 minutos. Me siento en el suelo. Sigo leyendo a Berger mientras él sigue escribiendo. Parece haber creado una burbuja llena de palabras donde lee y relee las frases. Donde nadie puede pasar. Y mientras el resto de viajeros funfuruñan acerca del mal funcionamiento del metropolitano, él parece secuestrado por su mano que escribe, tacha, escribe,tacha y vuelve a escribir.
Y allí sentada me pregunto si no estaremos los dos en un tranvía de Lisboa, si en vez de pasajeros solo hubiese letras y si Berger nos estuviese contando como escribir una buena historia con tanta dureza y sensibilidad...como si nos dijese el secreto entre escribir algo mediocre y algo que te hace pedazos...Todo esto sucede hasta que el metro vuelve a andar lentamente llegando a la próxima estación...y él cierra su pluma, la introduce en el bolsillo trasero del pantalón mientras pone el Moleskine junto con otros libros, junto a uno de John Berger.

Estamos en Lisboa, es cierto.

lunes, febrero 04, 2008

sábado, febrero 02, 2008

Tren.

Rubia,ojos azules. 50 tacos. Atractiva. Compartimos tren. 21.23 horas.
Yo miro por la ventana mientras escucho palabras al oído, el día se acabó y no quiero pensar. Ella saca un pequeño espejito del bolso y se pinta los labios de rojo profundo mientras se mira de forma coqueta. Está perfecta. Guarda el espejito en el bolso y se arregla el pelo en la ventana del tren.
Le vuelvo a mirar. Abrigo negro. Top rojo de manga larga con escote pronunciado. Falda negra con una abertura que no tiene fin. No tiene fin. Le vuelvo a mirar. Le juzgo. 21.37 horas. Ella me mira. Me juzga. Vuelve a sacar el espejito y se vuelve a mirar, primero los ojos y luego coge la barra de labios para que sus labios sean un poco más rojos y un poco más perfectos. Nueva mirada a la ventana y retoque del flequillo. 23 minutos más tarde, Madrid nos recibe con apatía.

Dos días más tarde. Alto. Poco pelo. 50 tacos. Camisa azul, corbata roja. Traje en azul oscuro. Abrigo del mismo tono. Maletín de cuero marrón oscuro. Buen aspecto. Compartimos tren. 21.07. Escucho el piano que dice palabras hermosas tras un día más. Cojo mi libro, rotuladores y estudio. Él coloca el maletín en el asiento. Se quita el abrigo de forma ceremonial. Retira también la chaqueta que dobla concienzudamente. Se ajusta la corbata,parece que la va a retirar pero se la coloca mejor. Huele bien. Se mira a la ventana mientras sonríe. Mira al resto de viajeros con mirada desafiante ante la pasividad del pasaje. Es coqueto. Le juzgo. Él hace lo mismo. 21.23. Se levanta y vuelve a repetir la misma ceremonia de ponerse la ropa. Se mira al espejo con esa mirada ganadora de "Buenas noches, Madrid".

... y comienzo a pensar...En ella, en él...en porqué no se habrán conocido...En lo fácil que es juzgar...en el no tener excusas...y pienso en lo que significa ser auténtico...en ser tú...y pienso en lo hermoso que es ese vagón con gente tan dispar...pienso en todas esas personas...y me gusta....me gusta ese camino donde cada uno es como quiere ser...y comienza a darme un poco de vértigo el otro camino, aquel en el que los demás determinan nuestra identidad, en el que vale más una cara que un corazón....y cierro los ojos, cierro los ojos fuerte....