sábado, febrero 02, 2008

Tren.

Rubia,ojos azules. 50 tacos. Atractiva. Compartimos tren. 21.23 horas.
Yo miro por la ventana mientras escucho palabras al oído, el día se acabó y no quiero pensar. Ella saca un pequeño espejito del bolso y se pinta los labios de rojo profundo mientras se mira de forma coqueta. Está perfecta. Guarda el espejito en el bolso y se arregla el pelo en la ventana del tren.
Le vuelvo a mirar. Abrigo negro. Top rojo de manga larga con escote pronunciado. Falda negra con una abertura que no tiene fin. No tiene fin. Le vuelvo a mirar. Le juzgo. 21.37 horas. Ella me mira. Me juzga. Vuelve a sacar el espejito y se vuelve a mirar, primero los ojos y luego coge la barra de labios para que sus labios sean un poco más rojos y un poco más perfectos. Nueva mirada a la ventana y retoque del flequillo. 23 minutos más tarde, Madrid nos recibe con apatía.

Dos días más tarde. Alto. Poco pelo. 50 tacos. Camisa azul, corbata roja. Traje en azul oscuro. Abrigo del mismo tono. Maletín de cuero marrón oscuro. Buen aspecto. Compartimos tren. 21.07. Escucho el piano que dice palabras hermosas tras un día más. Cojo mi libro, rotuladores y estudio. Él coloca el maletín en el asiento. Se quita el abrigo de forma ceremonial. Retira también la chaqueta que dobla concienzudamente. Se ajusta la corbata,parece que la va a retirar pero se la coloca mejor. Huele bien. Se mira a la ventana mientras sonríe. Mira al resto de viajeros con mirada desafiante ante la pasividad del pasaje. Es coqueto. Le juzgo. Él hace lo mismo. 21.23. Se levanta y vuelve a repetir la misma ceremonia de ponerse la ropa. Se mira al espejo con esa mirada ganadora de "Buenas noches, Madrid".

... y comienzo a pensar...En ella, en él...en porqué no se habrán conocido...En lo fácil que es juzgar...en el no tener excusas...y pienso en lo que significa ser auténtico...en ser tú...y pienso en lo hermoso que es ese vagón con gente tan dispar...pienso en todas esas personas...y me gusta....me gusta ese camino donde cada uno es como quiere ser...y comienza a darme un poco de vértigo el otro camino, aquel en el que los demás determinan nuestra identidad, en el que vale más una cara que un corazón....y cierro los ojos, cierro los ojos fuerte....

1 comentario:

Anónimo dijo...

como me gustan los dias de metro...aunq sean esporádicos...
Mil bicos caparrucha....