lunes, octubre 20, 2008

Fragilidad.

Son las cinco de la mañana, pocas horas para terminar la guardia. Un poco de descanso, los pacientes duermen y nadie está esperando atención médica. Voy al cuarto de médicos, está hecho un desastre con botellas de agua a medio acabar, restos de galletas y libros, libros por toda la mesa. Decido poner un poco de orden para matar un poco el sueño. Las botellas a la basura, los libros a la estantería...alguna pregunta de enfermería...nada muy interesante...Y entonces, encuentro un papel con la medicación de un paciente que no está en la urgencia ahora...Leo las pastillas pero al darle la vuelta hay algo que me toca un poco el corazón...unas palabras escritas a mano con letras grandes y mal hechas que ponen...Me llamo María Rosa, vivo en la calle....Esas letras de alguien mayor....alguien que probablemente esté viviendo ese viaje hacia atrás...hacia la pérdida de memoria...hacia la niñez con cuerpo de anciano....y entendí su miedo, su preocupación a no saber quien es o donde vive....y miré con tristeza ese pequeño grito para recordar quién era y cuál era su lugar...somos tan frágiles, tan frágiles que da miedo...

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