viernes, abril 10, 2009

Los moscovitas.

1. No entran en mi definición de amables.
2. No importa lo amable o desesperado que estés, te ignoran de forma premeditada.
3. Comprar dos billetes de tren a San Petersburgo supuso: 10 estaciones de metro, 2 estaciones de tren, 6 señoritas que no leyeron nuestro papel en medio ruso con todos los detalles, un policía que tonteó con las 6 señoritas mientras ellas se tocateaban el pelo con cara de angelitos…”es posible comprar aquí el billete” ( uhmm…os va a crecer la nariz como a Pinocho). Una chica que escribió una carta en ruso ( “ Ruego encarecidamente que vendan un billete de tren a estas pobres jóvenes que no hablan ruso”…¿ dependemos de la beneficencia?). 1 señorita que nos envío a una nueva ventanilla y finalmente a la 8ª señorita que nos vendió los billetes….Faltaba el eslogan: “ En Moscú, todo son facilidades”.
4. Raramente llevan ropa de colores…todos los colores que usan llevan acoplada la palabra “oscuro”…verde oscuro, azul oscuro, gris, negro…los colores se quedaron en las iglesias.
5. Su expresión emocional es casi plana…no hay besos, no hay abrazos, no hay gestos dulces, no hay…
6. Tienen un componente machista que me pone los pelos de punta. No, gracias. No, gracias. No, gracias. Después de experimentarlo en mis propias carnes, había decidido gritar. No es justificable. No es válido. Me quedo con las palabras de mi padre, no son de fiar. No lo son si eres una mujer, es triste…no por mí….por las que viven allí…lo siento, lo siento muchísimo….la dignidad de una persona es otra cosa y no lo que yo viví en el metro moscovita.
7. Fuman, fuman mucho…no hay clase social que escape al tabaco….todos fuman y mucho…
8. Su concepto del bien difiere del mío…su bien es la no ayuda…Y por eso Anna tenía razón…por eso ocurre lo que ocurre…porque cuando el bien es la ignorancia, el mal es impune….los derechos humanos son pisoteados…Y la única esperanza consiste en dar un paso hacia el bien, hacia el verdadero bien…reconocer al prójimo….respetarlo y defender su derecho a existir…Y defenderlo, defenderlo con la vida….por eso Anna está muerta y Rusia enferma*.


* Anna Politkovskaya, Diario ruso. Frase tomada del prólogo de la edición española.

1 comentario:

Fuego negro dijo...

Será casualidad pero todas las mujeres rusas que conozco sonríen amablemente, amorosamente diría yo, cuando las miras y cuando creen que no las miras, su ojos se nublan, su sonrisa desaparece y parecen sumirse en una honda melancolía de viuda reciente, de la que sólo salen cuando vuelves a prestarles atención.

Si esto tiene que ver con el frío, con el pasado comunista, con el machismo o la mala leche, es algo que se me escapa.