Mr. Gruñón tiene 63 años. Viaja con su mujer y dos hijos adultos. Probablemente haya estado en un hotel de 5 estrellas y su experiencia sea todo menos rusa. Nada más embarcar Mr. Gruñón le dice al azafato que quiere un asiento más cómodo. Sus 80 kg y 1,80 metros de estatura merecen otra cosa. El azafato le dice muy amablemente que si queda un asiento libre, se lo cederán. Al resto de los 130 pasajeros, no nos lo cederán. Antes de despegar todos los asientos están ocupados así que Mr. Gruñón permanecerá en el asiento 9C pasillo. No está conforme. El azafato le consuela diciendo que puede extender las piernas en el pasillo. Pequeño gruñido.
Tras 30 minutos de vuelo, Mr. Gruñón pregunta si piensan darnos algo de comida. El azafato responde que en un momentito. Mr.Gruñón comienza a echar pestes con su hijo que se encuentra situado en el 9D. Finalmente llega la cena, rusa pero cena. Nueva hornada de quejas. Primero, sirven los menús especiales antes del suyo. Nuestro azafato o héroe por un día le indica que en un ratito será servido. Nuevo gruñido. Llega el menú, no le convence. ¿No tienen otra comida? No. Nueva queja. A pesar de ello se lo come todo un campeón, no vaya a ser que le regale a Iberia un sobre de sal sin usar. Llega la hora del café. Nuevo problema, tiene que beber el café con los restos de comida porque no le han retirado la bandeja. Nueva llamada a nuestro héroe por un día que mantiene estoicamente la sonrisa mientras le dice que es cuestión de organización. Nueva queja. Por supuesto Mr. Gruñón recibe todo antes que el resto de viajeros de la fila 9. Finalmente tras el café ( 40 segundos tras acabarlo), solicita un vaso de agua. !Qué menos, que agua!. Nuestro héroe por un día permanece con una sonrisa eterna y le da el agua pero...Mr. Gruñón considera que es hora de pasar a la acción y repite una tras otra sus quejas para pedir un formulario de reclamaciones...Llega el formulario pero no le convence el formato...Uhmm...Finalmente lo rellena de forma concienzuda y avisa por enésima vez al azafato...Le da el formulario y vuelve a reclamar "sus derechos" (...¿derechos en clase turista?, ¿derechos por 80 euros ida y vuelta?...)...Y nuestro héroe por un día vuelve a ser humano y responde firmemente, la solución es viajar en primera clase...Nuevo gruñido...
_A nuestro héroe por un día: gracias, es usted un tipo estupendo.
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