viernes, febrero 08, 2008

Moleskine.

No iba a coger ese metro, no en esa estación. Estaba lleno y me coloqué junto a la vieja puerta que comunica los dos vagones. Seleccioné a Blossom Dearie en el ipod y abrí el libro de Jonh Berger. No miré alrededor hasta varias páginas más tarde. Fue entonces, cuando el metro hizo una parada brusca, que le vi. Ni muy alto, ni muy bajo, ni muy guapo, ni muy feo. Estaba sentado ausente del resto. Allí escribiendo en su Moleskine con una pluma de aspecto gastada. La megafonía anuncia que el sistema de frenos se ha estropeado por lo que tendremos que esperar en medio del túnel por unos 20 minutos. Me siento en el suelo. Sigo leyendo a Berger mientras él sigue escribiendo. Parece haber creado una burbuja llena de palabras donde lee y relee las frases. Donde nadie puede pasar. Y mientras el resto de viajeros funfuruñan acerca del mal funcionamiento del metropolitano, él parece secuestrado por su mano que escribe, tacha, escribe,tacha y vuelve a escribir.
Y allí sentada me pregunto si no estaremos los dos en un tranvía de Lisboa, si en vez de pasajeros solo hubiese letras y si Berger nos estuviese contando como escribir una buena historia con tanta dureza y sensibilidad...como si nos dijese el secreto entre escribir algo mediocre y algo que te hace pedazos...Todo esto sucede hasta que el metro vuelve a andar lentamente llegando a la próxima estación...y él cierra su pluma, la introduce en el bolsillo trasero del pantalón mientras pone el Moleskine junto con otros libros, junto a uno de John Berger.

Estamos en Lisboa, es cierto.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

estoo...y pq no haces una recopilación de historias de metro?...q guay es pararse en las estaciones de tus historias....(veranoo ohhh ohhh)
un biquiño

Sara. dijo...

"¿Por qué no has leído ninguno de mis libros?.
Me gustaban los libros que me llevaban a otra vida. Por eso leía los libros que leía. Muchos. Todos trataban de una vida real, pero no de lo que me pasaba a mí cuando volvía a abrirlo por donde lo había dejado la última vez. Cuando leía perdía el sentio del tiempo. Las mujeres siempre sienten curiosidad por las vidas de los otros; la mayoría de los hombres son demasiado ambiciosos para entenderlo.Otras vidas, otras vidas que has vivido antes o que podrías haber vivido. Y esperaba que tus libros trataran de otra vida que yo sólo quería imaginarme, no vivir; imaginarla por mí misma, sola, sin palabras. Así que mejor no los leía.

Hoy corro el riesgo de escribir tonterías.
Escribe lo que descubras.
Nunca sabré lo que he descubierto.
No, nunca lo sabrás.Lo único que tienes que saber es si mientes o tratas de decir la verdad, ya no te puedes permitir equivocarte en esa distinción."

John Berger.

...porque las historias de metro están en cada segundo en esta ciudad...porque pasan cientos de cosas...porque sólo veo un cinco por cien de todo lo que ocurre...porque quiero ver la verdad en cada historia...porque sería aburrido regalarte eso por un cumpleaños...porque caperucha sigue perdida en Manhatan...porque aún no es verano...Bicos...gracias por leer...gracias por estar del otro lado...

Sara. dijo...

...¿De verdad que me dejarías leer tu Moleskine?...