martes, noviembre 18, 2008

Ancianos.

Está en la cama. Está enfermo. Muy enfermo. Su cuerpo parece una frágil marioneta a punto de romper. Los hilos que le sujetan se cuentan ya por días. Tiene 81 años, una mujer, tres hijos y siete nietos. Así es él. Cuando entramos a su habitación malamente levanta las cejas para decirnos un seco "hola". Está demasiado cansado como para girarse en la cama. Nos acercamos y comenzamos a hablar con él. Preguntamos, explicamos, escuchamos y decimos la pregunta. Esa dichosa pregunta..."¿Y usted como lo ve?,¿ cómo le gustaría que fuese la cosa?"....La cosa...Nos mira...Y cuando nos mira así, sé que empiezan a caerse mis defensas..." Pues a mí me gustaría ponerme sano ya"...Ponemos esa cara de compresión, la misma cara de que seguro que España le ganaría a Brasil en la final del mundial...Continuamos hablando, le exploramos, le arropamos en la cama y nos vamos al comedor a hablar con la familia.

Hablamos con ellos acerca de lo qué está ocurriendo y de lo que va a ocurrir. Caras tristes, ojos emocionados y nada nuevo. Escribo todos los papeles que hay que escribir y acabado el trabajo, voy a despedirme de él.

Le hablo mientras toco su brazo de forma afectuosa.
- Bueno nos tenemos que despedir.
Me coge la mano y se emociona. Comienza a llorar de forma callada.
Mis defensas empiezan a desvanecerse. Los ancianos frágiles me tocan el corazón.

- ¿ Qué pasa?, estamos aquí para cuidarle. Mire, tiene a toda la familia pendiente de usted y la mujer es toda una enfermera.
- Ya.
- Eso es muy bueno.
- Ya y mis hijos pierden de trabajar por estar conmigo...hasta los nietos vienen todas las tardes.
- Claro, ¿ acaso no hizo usted sacrificios por la familia?, ¿ cuántas horas de trabajo duro para que no les faltase de nada? Seguro que muchísimas así que ahora le toca a usted que le cuiden.
- Sí, es verdad...son tan buenos....
- Y están encantados de atenderle.
- Sí.
Sigue emocionado y ya no sé que más decir...no me suelta la mano así que me quedo, a pie de cama, mirándole.

- Bueno, ¿ hay algo más que podamos hacer por usted, algo más que le preocupe?.
- Es que hay tanta gente enferma que no tiene quien le cuide.
- Ya pero mire usted la suerte que tiene....sembró amor y recibe amor...eso es muy bonito.
- Si, supongo.

Ahora soy yo la que está cao....¿ cómo puede haber ancianos tan adorables?...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

sabes lo guay es poder verlo...xq en lo cotidiano hay mas amor del que podemos apreciar...
eres genial...caperuchiña

doble visión dijo...

una bella nota de color... aunque a veces el color no sea todo lo brillante que nos gustaría.

saludos
marcelo

Sara. dijo...

...Descanse en paz...lo hermoso es que la última conversación que mantienes con una persona sea acerca del amor que le rodea y del amor que tantas personas necesitan...gracias por leer...