miércoles, enero 16, 2008

Sacamocos.

Te levantas por la mañana, es un día cualquiera. Una ducha, un café, cosas corrientes. Coges el metro y el día avanza. Un pijama verde y muchos mocos. Me imagino que no piensas en quitarle los mocos a un montón de mocosos cuando te levantas pero eso es parte de lo que hago. Todos los días, más veces al día de las que quisiera, lágrimas, patadas, puñetazos y al final mocos. Lo explicas. Vez tras vez. De profesión: sacamocos.

Llega un niño, se llama Mario y no tiene mocos. El corazón a veces le va muy rápido. Ahora, no. Hacemos una apuesta, cuatro caramelos de cereza a qué cuenta hasta 100 más rápido que yo. Mientras un montón de cables conectados a un aparato. Empezamos. Nos miramos a los ojos y contamos. 1.3.4.5.6.7.8.9.10.11.12.13.14.15.16.17.18.19.
20.21.22.23.24.25.26.27...Así hasta que su corazón se pone rápido, suficientemente rápido y él cuenta, yo cuento y me gana. Gana los cuatro caramelos y yo consigo mi prueba.

Y por fin la pequeña princesa. Una princesa llamada Lola. Dos años y un chupete. Mocos. Muchos mocos y entonces ocurre algo insólito. Lola se quita su chupete sin dejarme decir nada y me lo da...abro mi mano y lo deja ahí...Le digo si lo quiere y se encoge de hombros. Es un regalo muy valioso, un chupete lleno de babas. Es su chupete, mi chupete....y cuando eso ocurre vuelves a creer en las pequeñas cosas, crees que sacar mocos es importante, crees que contar hasta 100 es importante, crees que mirar a los ojos con confianza es digno, crees que un chupete es una muestra de gracia...Así que te levantas, lavas el chupete y lo colocas junto a un cocodrilo de peluche para que el chupete cuide de Lola al igual que cuidó de mí...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

jooooooooooo me ha encantado tu historia...q siiii!!! q toy fachendosa de ti!!!!
un bicazo primi

Sara. dijo...

jajaja...es mutuo;)
Bicos y ánimo.

Ps.Soñé con Australia.

Anónimo dijo...

Yo de las dos.

A mi tb me apetece Australia.

Bicos