He estado analizando porque detesto a algunas personas.
Me gustaría decir que llevo semanas pensando en las margaritas pero no es cierto. Llevo un par de semanas luchando con tener un comportamiento social adecuado independientemente de las circuntancias. Y aunque aparentemente lo llevo bien, internamente no lo llevo.
Sin embargo he comenzado a analizar porque algunas personas me producen un rechazo profundo. Siendo objetiva, el rechazo no está basado en estas personas por si mismas. Normalmente no son malas personas. Tienen las mismas virtudes y defectos que el resto. Hay personas con las que empatizas más y personas con las que empatizas menos. Lo asumo. No me molesta recibir un trato no muy bueno, no me molesta que me traten como un paño que debería estar dedicado a adorarles, no me molesta ser un mueble o que me griten. No me gusta pero no me incomoda. Mi identidad no está ahí.
Lo que me molesta es el trato no verbal. Eso me molesta, visceralmente me molesta. Me molestan los gestos no verbales en los cuales debería mostrar aprecio y asentimiento cuando mi mente no piensa ni por asomo eso. No tolero que alguien me mire cada 40 segundos para que yo tenga que asentir cual corderito fiel. No puedo mentir en mi vocabulario no verbal; en el lenguaje verbal permanezo callada sin inmutarme. Puedo tener un comportamiento aceptable durante un tiempo razonable pero pasadas cuatro horas, me irrita. Me irrita porque vivo detrás de mi barrera y no tengo interés en cambiar dichas barreras. No tengo interés en cambiar ciertos valores, no lo tengo porque la grandeza de una persona está en la humildad y no en otras pamplinas. Mientras, el silencio es un valor en alza.
4 comentarios:
¡La paciencia te es necesaria! Piensa que hay personas que por su personalidad necesitan hablar, hablar y hablar... y no se dan cuenta de que aburren hasta a las ovejas. Un mes pasa pronto. Ánimo y pon un poco e empatía.
Animo solo te queda una semana mas... bicos. sara
Gracias ya solo me quedan dos días más....dos días....Bicos.
Es un poco injusto ¿no?: tú tienes que ser amable conmigo porque eres un médico y yo estoy enfermo. Sin embargo, y por las mismas razones, yo puedo ser un borde contigo.
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